La lucha de la vida
Sin comprender todavía
porque me llamaron
a la batalla las trompetas.
Ando por el mundo
con heridas invisibles
que solo duelen
cuando se las acecha.
Miro con desconfianza a la gente
sin saber de qué material estarán hechas.
He aprendido a mirar
más para dentro, que para fuera.
para trazar esa muralla
que de los demás me proteja.
Siento que cada cual anda
perdido en su mundo,
sin importarle las consecuencias
que en el mundo de los demás,
van a dejar sus huellas.
Me siento fuerte y vulnerable
pues siento solidas mis defensas.
Más añoro aquel mundo
en el que entregarme
dulce, solicita, entera
ante una mirada, una sonrisa,
una palabra o un detalle,
que mi alma conmoviera.
Necesito descansar de esta lucha,
que tiene mis sentidos alerta.
Necesito paz y no solo dentro
también fuera.
Necesitaría que,
aunque solo por una noche,
tus brazos me acogieran.
Descansar en tu regazo
oler el perfume de tus hierbas.
Sentir tu corazón, pagado al mío,
para en un solo latir
encontrar la paz completa.
Quidam
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